UNA COSA LLAMADA VACACIONES

Mis amos dijeron:”nos vamos de vacaciones”.
Yo no sabía que eran vacaciones.
Os lo cuento. Me metieron en un coche lleno de maletas y de cosas y estuvimos muchísimo tiempo recorriendo una carretera que no tenía fin. Algo aburridísimo aunque yo fui durmiendo casi todo el tiempo.
De vez en cuando me bajaban a hacer pis en un sitio con mucho calor y lleno de hierbajos secos que se llama los Monegros y es como un desierto.
Llegados por fin a la costa en un sitio que está en el mar y que se llama Platja d Áro, me metieron en una casa con muchas habitaciones y terrazas desded donde se ve esa cosa que llaman mar.
El sudodicho mar es un montón de agua azul por donde pasan unos cachibaches que llaman veleros y por la noche también unos barcos enormes iluminados,esos se llaman cruceros.
En los paseos que damos cerca del mar por la mañana muy temprano,que debo decir de momento no me gustan mucho porque el sitio es diferente a donde yo estoy acostumbrada a ir en el Pinar de Zizur y además huele totalmente en otro modo, me encuentro con otros “perros veraneantes”, nos saludamos al pasar, nos olemos y movemos el rabo, pero no son mis amigos, ladran en otros idiomas, me han dicho que son “perros turistas” y que yo debería también ladrar en otros idiomas para no ser una perra cateta.
Lo que más me ha sorprendido aquí son unos enormes pájaros blancos que parece que te sonrían,pero que si pueden te dan un picotazo,pasan volando a la velocidad del rayo por delante de nuestras ventanas o se elevan alto, alto.
Cuando están en la playa y los ves de cerca,son más altos que yo y dan miedo cuando se ponen todos juntos mirando al mismo sitio.
De repente,se echan todos a volar dando unos gritos espantosos. Parece que hablen o que estén enfadados. Yo la primera vez, como no me lo esperaba, me llevé un susto de muerte y puse pies en polvorosa.
No me gustan mucho ésta cosa que los humanos llaman vacaciones. Me faltan mis amigos habituales.
Como me aburro,me he comido la pata de un diván de la terraza,y como me habían castigado encerrándome en el cuarto de baño sola,pues me comí toda la puerta destrozándola completamente y se han enfadado mucho porque hay que cambiarla por otra nueva.
Ellos no se dan cuenta de que yo soy Bimba reina de los Bosques,y que aquí en los mares me aburro con lo “perros turistas” y las gaviotas malhumoradas.
A mi ama la Señora de los Girasoles le pasa igual.