-VOLÉ POR MARES Y OCÉANOS.
-ATRAVESÉ SELVAS Y BOSQUES.
-ESTUVE CON BIMBA Y LUPO EN EL BOSQUE DE FRANCISCO.
Mis queridos amigos de todos los lugares ultraoceánicos y de los dos bosques. Tuve una aventura extraordinaria.
A todos mis perriamigos, gatiamigos y personamigos, os cuento que a causa de mi pata con mala pata, es decir, torcida , tuve que someterme a una radiografía para entender el motivo de mi pata un poco a la virulé.
Pues bien, a mi la idea de ir a ese señor llamado veterinario que siempre me pone alguna inyección, mucha gracia no me hacía, pero bueno,visto que en casa todos se habían empeñado en mirarme por dentro, pues me resigné al experimento.
Como nosotros los perros no acostumbramos a quedarnos quietos ni para las fotos ni tanto menos para las radiografías, me dijeron, rascándome detrás de las orejas, que me encanta, que no había más remedio que ponerme una inyección para dormirme.
Total, pinchazo al canto.
Os puedo contar que no bien dado el pinchazo, los ojos se me fueron cerrando...cerrando...cerrando poco a poco...
! Y entonces sucedió lo de mi aventura extrasensorial!
Comencé de repente como a elevarme...elevarme... salí por una ventana que había allí y uuuhhhh...volaba a toda velocidad por encima de campos, sembrados, nubes...el mar...si, el mar que yo nunca había visto antes, ! Qué grande y azul era!... pasé al lado de unos pájaros enormes y chillones, llamados gaviotas, su nombre me lo han explicado después, los cuales se quedaron maravillados al ver un “perro volante” rápido como un rayo...
Y así me fui lejos, lejos, a un sitio donde se veían unos grandes osos blancos caminando por el hielo, que pusieron el hocico para arriba para mirarme, extrañados ante el fenómeno de “téckel volador” como Superman, en mi caso Superdog, para ellos desconocido.
Luego bajé... bajé... bajé en espiral y me crucé con unos buitres de cuello pelado y rocé las torres de un castillo en donde había un enorme dragón que expulsaba fuego por la nariz. Me di cuenta que era el famoso Castillo Tenebroso de la Bruja Archibalda a la que yo he declarado la guerra por ser una maldita despellejadora de animales de bonita piel.
Viendo abajo un precioso Lago Azul, bajé en picado y descendí a un prado de un verde resplandeciente.
Cuando me tumbé allí entre flores de colores rojas, amarillas y violetas, y me tumbé cansado y panza arriba, llegó un lobo grande y majestuoso que puso su hocico junto al mío resoplando y me dijo que era el Lobo de Gubbio, es decir ,el Lobo de Francisco, si, acordaos, Francisco de Asís, el que decía “hermano Sol y Hermana Luna”. El Santo que predicaba a los pájaros.
Le seguí y pude recorrer su jardín-guarderia y así pude conocer a Bimba Reina de los Bosques, mi tía, la que empezó ésta historia y que por desgraciadas circunstancias de su vida perruna, terminó pronto su estancia terrenal y se vino con todas las otras mascotas aquí al Jardín de Francisco, donde se encuentran felices esperando que sus amos vuelvan a recogerlas cuando también ellos hayan terminado su vida terrenal.
Fantástico, allí pude ver además a animales de todas las especies que existen en el mundo, igual que en el Arca de Noé, aunque yo estuve sobre todo jugando con los perros que habían vivido en mi casa antes que yo y por lo tanto conocían a la Dama de Girasoles y al Señor de los Pájaros cuando eran unos jovencitos.
Así les pude contar lo de la guerra con la malvada Bruja Archibalda que estamos preparando para destruir su taller de matar, despellejar y vender pieles de sus víctimas a los chinos para hacer chaquetas.
Me han dicho que los animales del Bosque Ecantado de Éste Lado ya están en pié de guerra porque Vic Viejo Búho en sus misiones secretas por el Castillo Tenebroso, les ha contado que con los amigos de el Club la Masc ota feliz de Zizur, atravesando la pantalla del ordenador, vendrían aquí a hacer trizas a la bruja dichosa y a desbaratar sus sucios negocios de las chaquetas con pieles de animales secuestrados.
Cuando estaba en ésta importante conversación, fui aspirado por algo muy potente y así ,atravesando de nuevo mares, montes, bosques...me encontré con el veterinario que hablaba con mis amos enseñándoles en una pantalla una foto donde se veía mi esqueletito, largo, largo...bueno, claro, por eso soy un téckel, largo, paticorto... y con una extremidad inferior trasera tipo “vaquero del Oeste”.
El veterinario les decía que tengo el fémur un poco torcido porque es una malformación genética, por lo tanto debo comer un pienso especial y unas pastillas para las articulaciones y los huesos, aunque me quedaré con mi pata de atrás derecha estilo vaquero del Oeste.
Mis amos han dicho que me quieren igual con la patita derecha o torcida y que les parezco el perro más guapo del mundo.
Así que eso os cuento perriamigos, gatiamigos y personamigos.
Pippo Fieramosca de Capua es lo mismo un perro fuerte y dispuesto a ir a la guerra con la bruja Archibalda para que no mate más a mis animalmigos.
Ya os seguiré contando mis historias. Lametones a todos.
