jueves, 21 de julio de 2011

EN RIVA AL MAR MIRANDO A LAS GAVIOTAS




-HE ESTADO HACIENDO LA GUERRA A LA BRUJA ARCHIBALDA
-DETESTO LA COMIDA DE BOLITAS
He recibido alguna carta de los perriamigos y gatiamigos preguntándome porqué he desaparecido por un tiempo.
Debo decir que atravesé la pantalla y pasé un periodo largo en el Bosque del Otro Lado visitando a sus moradores y participando en la guerra contra la Bruja Archibalda la Despellejadora.
He participado a acciones de boicot habiendo liberado entre todos nosotros a muchas de las víctimas que la repelente bruja tenía en sus mazmorras a la espera de ser ejecutadas, despellejadas y convertidas en abrigos para las fábricas de los chinos.
Hemos conseguido también parar en la carretera camiones llenos de víctimas que hemos asaltado y logrado su liberación.
La guerra contra la bruja Archibalda es más bien una guerra de guerrillas y quizá algún día lleguemos a la victoria final porque le faltarán víctimas o porque la mafia china, si ella no respeta los tiempos de entrega de pieles, puede que sean ellos los que por represalia la maten.
Ahora he vuelto al mundo de éste lado y me encuentro en la playa para reponerme porque dicen que estoy más bien delgaducho y es que durante la guerra no teníamos mucho tiempo para comer y ahora que estoy en casa no como porque no me gustan las dichosas bolitas que se empeña en darme mi ama la Dama de Girasoles, qué pesada, no lo quiere entender pero ella con sus historias de la dieta sana, de mantenerse en forma y no estropearse la dentadura no transige.
Estoy también un poco deprimido por el problema amoroso, veo por aquí un montón de perritas preciosas que ladran en varios idiomas y que pasan por éstos lugares el verano pero ninguna me hace caso porque dicen que soy un niñato y un adolescente y que coja el chupete en vez de hacerlas la corte.
También el estado de ansia causado por los desengaños amorosos contribuye a mi delgadez.
Suelo hacer un poco de gimnasia con el aro que veis aquí en la foto, a ver si me crecen los músculos y las perritas me empiezan a tomar en serio.
Bueno, pues prometo no ser tan vago y seguir contandoos mis aventuras.
Mientras tanto estoy aquí en riva al mar mirando a esos bichos tan chillones que son las gaviotas.