sábado, 18 de agosto de 2012

VERANO PERRUNO




-ENTRE GAVIOTAS, NIÑOS, GIRASOLES Y CUMPLEAÑOS

Mis queridos perri-amigos os cuento que yo sigo pasando el verano en una casa grande familiar donde convivimos en agosto cuatro generaciones.
Me gusta ver el mar desde la terraza, me tiendo al sol, o si hace mucho calor donde da la sombra del toldo.
Cuando estoy dormido a veces me pego un susto cuando pasa a medio metro una gaviota a la velocidad del rayo y gritando como una desesperada.
Yo no entiendo porque las gaviotas chillan de ese modo GRA-GRA-GRAA-GRAGRAGRA- GRAAAAAAAG, bueno, una cosa mas o menos así. También aquí cerca hay un lago con patos y alguna zancuda. Los patos de día no se les oye, pero de noche, cuando todo queda en silencio, es decir, de madrugada porque aquí ahora con los turistas hay siempre follón, pues bien, como decía, a la noche los patos se pelean entre ellos y hacen un buen lío.
También hacen lío los pequeños de la casa cuando juegan, o cuando se pelean como los patos.
Yo por la mañana pronto hago un largo paseo con el Señor de los Pájaros cuando aún no hay nadie en la playa y las gaviotas están en la arena todas mirando al sol que empieza a salir por detrás del mar, que así se llama toda esa cantidad enorme de agua que tenemos delante.
A media mañana y media tarde suelo dar el paseo con la Dama de Girasoles. Veo un montón de colegas que también pasean con sus amos, cuando vamos pasando por delante de casas con jardín hay un par de chiguaguas amigos míos que me saludan y ya no me ladran sino que nos olemos bien y movemos la cola. Hay también un pastor alemán grande que ladra muchísimo y se tira contra la red que parece que la va a derribar, yo hago igual por el otro lado a la vez que escarbo con las cuatro patas a la vez para impresionarlo. Lo malo es que yo que soy negro me pongo blanco de polvo y llego a casa hecho una porquería.
La dama de Girasoles me lava quieras que no, más bien que no, bajo la ducha.
En la foto me veis en la terraza justo con los girasoles donde me estoy secando al sol y viendo pasar gaviotas.
Hoy hemos celebrado el cumpleaños de la matriarca familiar, todos hemos cantado Cumpleaños Feliz, se ha unido toda la gente del restaurante y todos los camareros.
Me siento muy feliz con los niños y con el jaleo de la tribu multicultural, trilingüe y rumorosa. Lo único que no me gusta es el calor.
Pero sé que cuando llegue el otoño me sentiré melancólico pensando en éstos días junto al mar.
Bueno, perri-amigos, feliz verano y chupetones a todos.