domingo, 19 de septiembre de 2010

MI AMIGO JABALÍ CIUDADANO DE BARCELONA



-!TAMBIÉN ELLOS TIENEN SUS DERECHOS!
-UNA FAMILIA DE JABALIES SE PASEA POR BARCELONA.
-LOS POLICÍAS URBANOS LOS RECONDUCEN AL PARQUE DE LA COLLSEROLA.
-LA CIUDAD HA INVADIDO SU TERRITORIO.
Hoy vi en la televisión como mis amigos los jabalíes, padre, madre e hijos, iban por las calles de Barcelona como si fueran unos nuevos pequeños ciudadanos de Barcelona.
Dicen que hubo gente que se asustó y llamó a los guardias, los cuales les dispararon somníferos, los metieron en un furgón y los llevaron a “su sitio”, es decir, al bosque del Parque Natural de la Collserola. !Si,he dicho Parque Natural!
La policía afirma que vienen a la ciudad en busca de comida. Claro, los pobres bichos no pueden irse a comprar al supermercado.
Pero yo me digo, son los humanos los que han invadido el terreno de ellos y no ellos el terreno de los humanos. Ellos tenían antes sus bellotas, pero ahora van quedando menos encinas.
A mi me gustaría que los humanos iniciaran una reflexión acerca de los seres que poblamos la Tierra. Pensar en lo que la Tierra significa para ellos, los humanos, y lo que los humanos están haciendo con ella. Un examen de conciencia acerca de su comportamiento. Tengo que hablar seriamente con mi dueña la Dama de girasoles y mi dueño el Señor de los Pájaros.
Podemos hablar de cualquier cosa. Aire, agua, bosques, ballenas, osos, lobos, linces, zorros, buitres... y los pobres jabalíes. Hablemos de lo que hablemos seguramente ellos serán los destructores y los “otros”los destruidos.
Los humanos han ido haciendo casas y casas y más casas, muchas más de las que necesitan.
Los animales se han tenido que ir retirando.
¿Porqué los seres humanos están ocupando toda la Tierra?
Para mi, pobre perro cachorro de téckel, la Tierra será siempre esa Hermana Tierra de la que hablaba San Francisco de Asís. Por eso la llamo siempre así. La quiero conservar para mi, para los otros animales, y también para los humanos que en realidad también son otros mamíferos bípedos pero que hablan.
Ellos deben de conservar y proteger a sus “pequeñas criaturas”,es decir esos animales como yo que compartimos el destino de vivir en ella.
A los cuales les resulta siempre más difícil poder vivir porque los humanos se han ido apoderando de su hábitat.
Han cementificado la Tierra. La han llenado de basura.
Cortado los árboles.
Ensuciado los ríos.
Envenenado el aire.
Sin ir muy lejos, en Barcelona los jabalíes del Parque de Collserola constituyen un problema difícil de resolver. Se publican fotos de ellos durmiendo plácidamente entre los columpios y el tobogán de un parque infantil.
En otras ocasiones se han editado fotos en las que se ven a los vecinos dándoles de comer. O también comiendo en los cubos de la basura.
Ello constituye un quebradero de cabeza para el Ayuntamiento de Barcelona,sobre todo en la primavera-verano por la abundancia de crías.
A veces con sus coches y a paso de hombre la policía autonómica los reconduce al bosque.
Otras veces,si los grupos de ungulados reinciden demostrando incapacidad de alimentarse libremente,por desgracia los sacrifican.
Eso me parece fatal.
Hay que decir que éstos “hermanos jabalíes” en busca de alimento no son violentos y se acercan confiados a sus “hermanos humanos” que han invadido su territorio de animales libres y salvajes donde antes de que aparecieran los hombres vivían felices en su hábitat boscoso comiendo bellotas. Ellos tienen derecho a vivir en su Parque Natural de Collserola.
El problema no es que el jabalí haya invadido el hábitat del hombre.
Al contrario,ha sido el hombre a invadir el hábitat del jabalí.
Los insaciables constructores de casas van invadiendo poco a poco las zonas del Parque y la protesta de los ecologistas es inútil.
A los jabalíes les va faltando cada vez más su espacio vital.
Ocurre lo mismo a otros animales en varias zonas de España y del mundo. Osos,linces,águilas,lobos,buitres y no sólo éstos, ven restringirse sus bosques y selvas y desaparecer su comida natural.
Seria justo y beneficioso para el sistema Tierra en general,ocuparse del problema armonizando el derecho de todos los seres vivientes a convivir.
Se podrían cerrar con discreción los parques naturales,y la Collserola de Barcelona,no lo olvidemos,es un Parque Natural, y sin que los mismos animales se dieran cuenta , en algún modo organizar comederos como ya se hace en algunas regiones con los buitres y los muladares.
Le tengo que decir a mis amos que es una tontería privar a las futuras generaciones del derecho a disfrutar de esa maravilla que es la Naturaleza.
No está bien que se comporten como si fueran la última generación de la Tierra.
Que todas las criaturas de la Naturaleza puedan compartir esas maravillas de la Tierra ¿Es tan difícil?
Les diré a mis amos que sus hijos y nietos no podrán perdonar el destrozo que han hecho de la Naturaleza,pero seguramente se lo agradecerán si se esmeran en conservarla.
Mañana voy a tener una conversación pero que muy seria con mis amos.

martes, 7 de septiembre de 2010

LA CIUDAD A VISTA DE PERRO



-DIJE ADIÓS A MIS AMIGOS EL MURCIÉLAGO Y A LA SALAMANDRA.
-LA CASA SIN LOS NIÑOS SE QUEDÓ ABURRIDA Y SILENCIOSA.
-AHORA ESTOY EN UNA CIUDAD GRANDE LLAMADA BARCELONA.
Y se acabaron lo que los humanos llaman vacaciones. Así que he dejado de ver a las gaviotas, que dejé de ver pasar chillando por mi ventana, así como a las golondrinas todas en fila en la barandilla cuando ya se sentía el olor a lluvia. Si se acabó.
Me despedí de mi amiga la salamandra, con sus brillantes colores amarillo y negro, con sus manitas casi humanas, que venía a beber en los platos de las macetas. Me miró con sus ojillos negros diciéndome “hasta la vista”.
También le dije adiós a mi amigo Murcielaguín que dormía por las noches con su cabecita para abajo colgado de una lámpara de la terraza.
Pero lo de los niños es lo que me dio más pena. Cuando los niños se fueron al terminar sus vacaciones yo me quedé muy triste vagando por la gran casa vacía. Ni siquiera me gustaba ya comer hormigas.
Un aburrimiento.
Porque es verdad que los niños hacen ruido, lloran, corren, se pelean, ponen trastos, gritan y la Dama de Girasoles también les grita ella aún más fuerte “NO GRITEIS”.
Pero ahora, sin ellos, me siento muy solo aquí en la butaca donde me veis retratado. Estoy en Barcelona.
He cambiado el ruido de los niños por el ruido del tráfico. He tenido que ir de paseo por el parque en vez de por la playa, y oigan, aquí por Barcelona en vez de chillar las gaviotas, chillan unos pájaros grandes color verde verdísimo que se llaman loros. Barcelona está llena de ellos. No son de aquí pero como si lo fueran. Hacen unos vuelos rasantes en grupo que te rozan el flequillo.
También he conocido muchos perros a los que he hablado en español, italiano, inglés y francés (ya os dije que éste verano me inscribieron a un curso de ladrido en éstos idiomas) pero resulta que , como hay muchos ejecutivos japoneses en ésta zona de Barcelona, pues nada que hacer, ladran en japonés que yo todavía no he aprendido. Nos movemos la cola y nos hacemos una reverencia con la cabeza.
Así que nada, aunque haya conocido también la gran ciudad, yo estoy deseando irme a Zizur a ver mis amigos de allí y saludar a gata Duquesa y todos nuestros comunes amigos del Club la Mascota Feliz, además atravesaremos con el ordenador al Bosque del otro Lado a boicotear los sucios negocios de la bruja Despelleja Perros Archibalda, a la que hemos declarado la guerra para que no venda pieles a los chinos.
Así que mis queridos perriamigos y gatiamigos, de momento me despido de vosotros desde Barcelona.