domingo, 21 de marzo de 2010

MI VIDA DE CACHORRO Y EL RUIDO DEL AMOR



-SOY UN PERRO PEQUEÑO FELIZ.TENGO BUENA SUERTE.
-ME GUSTA SENTIR CUANDO DOS CORAZONES LATEN JUNTOS.
-EN LOS HUMANOS Y EN LOS OTROS SERES VIVIENTES ESO ES AMOR.
Mi vida de cachorro transcurre feliz, tengo mucha suerte porque otros perros son maltratados o abandonados.
En casa de mis amos se quedaron muy tristes cuando tu te fuiste, Bimba, al jardín de Francisco, y yo trato por todos los medios de alegrarles la vida.
Por lo tanto mi vida canina es muy buena y hago de todo tipo comerse zapatillas, tirar toallas, descolgar la ropa del tendedero, hacer pis por todas partes...lo normal.
Ayer fui a un señor que se llama veterinario vestido con una bata blanca,el cual me dio unas pastillas aunque yo no quería, digo yo, sin ninguna consideración, visto que le había amigablemente movido la colita, pero nada, me dio quieras que no las sudodichas pastillas. Después me dio un pinchazo que por lo visto se llama inyección.
Aunque luego me dieron una galleta y me explicaron que todo eso es para no coger enfermedades, (¿Qué será eso de las enfermedades?)la verdad es que creo que mucho, lo que se dice mucho, no me va a apetecer visitar al señor de la bata blanca.
Aún no me dejan ir a la calle,siempre por el problema de no coger esa cosa de las enfermedades, aunque a mi me encantaría hacer pis en los árboles y no por toda la casa como hago ahora,que aunque no me regañan mis amos están todo el día detrás de mi con un cubo y un mocho.
Vuelvo a decir que esa historia de las enfermedades tiene tomate porque para no cogerlas (ya ven, yo que cojo todo lo que puedo,sobre todo zapatillas) pues no puedo ni siquiera ir de paseo.
Lo que más me gusta es dormirme encima de mis amos.
Sobre todo me encanta cuando la Dama de los Girasoles me pone a dormir sobre su pecho con mi cabeza apoyada en su hombro. Mientras me duermo le doy pequeños mordisquitos en el cuello y ella se muere de risa,y después cuando siento su corazón junto al mío, el suyo hace toc-toc y el mío tic-tac, y cuando los dos van al unísono, entonces me acuerdo de cuando estaba dentro de mi mamá y me parece fantástico el calor y el ruido del amor.
Eso es el amor entre los seres humanos y también entre los otros seres vivientes como yo. ¿Somos siempre capaces de reconocer el ruido del amor?
Creo que empiezo a madurar y por eso pienso esas cosas de cachorro un poco más grande.
Queridos amigos, así va transcurriendo mi vida perruna.
Soy un cachorro pequeño,peludo y feliz.
He descubierto el ruido del amor.

sábado, 13 de marzo de 2010

YO SOY PIPPO FIERAMOSCA DE CAPUA




-LA DAMA DE LOS GIRASOLES ME APRIETA CONTRA SU CORAZÓN HASTA QUE LOS DOS LATEN JUNTOS.
-EL SEÑOR DE LOS PÁJAROS DICE QUE PARA LOS HUMANOS Y TAMBIÉN PARA LOS PERROS ESO SE LLAMA AMOR.
Bueno,pues yo ya estoy aquí,queridos amigos, querida Bimba, tú que me ves desde ese bonito jardín de Francisco donde estás ahora con Lupo.
Me llamo Pippo Fieramosca di Capua.
Eso en recuerdo de un famoso caballero italiano del S.XV que en vez de P ippo se llamaba Ettore y cuyas gestas otro día os contaré.
Yo pertenezco a la estirpe de Bimba Reina de los Bosques y continuaré su misión de expugnar el castillo de la bruja Archibalda.
Mis dueños son la Dama de los Girasoles y el Señor de los Pájaros.
Vi sus cuatro ojos fijos en mi desde su altura cuando me vinieron a buscar. Me encogí moviendo mi colita tímidamente,que todos dicen que es preciosa igual que mi rubio bigotito de perro-bebé.
-!Pippo, que guapo eres,tienes los mismos ojos que Bimba!
Los dos sonrieron. La dama de los Girasoles me tomó en sus brazos y me apretó contra su corazón. Así estuvimos un rato callados.
A un cierto punto los dos corazones comenzaron a latir a la vez.
También el Señor de los Pájaros repitió la misma operación.
Habíamos subscrito un pacto amos-mascota. Un pacto de mutuo amor por vida.
Ellos me alimentarán, me cuidarán, me sacarán de paseo, me presentarán a sus amigos, me harán socio del Club la Mascota feliz de Zizur...
Yo les regalaré la facultad de sonreír y hasta incluso la de reírse muchísimo, les moveré la cola siempre que lleguen a casa, y si están tristes y lloran, enjuagaré sus lágrimas con mis lametones como es deber de todo buen perro.
De nuestro pacto lo principal es el amor.
Pues bien,mis queridos amigos, ya os iré contando las cosas que me pasan, como son los otros habitantes de la casa y la familia de la que haré parte.
He oído que me deben llevar a un señor que se llama veterinario.