-LOS COPOS DE NIEVE SON UN REGALO DEL NIÑO JESÚS EN NAVIDAD.
-MUCHAS MARIPOSAS BLANCAS Y HELADAS BAJABAN DEL CIELO.
-YO SALTABA PARA COGERLAS Y SE ME DESHACÍAN EN LA BOCA.
Todo estaba lleno de esa cosa blanca que los humanos llaman nieve cuando ésta mañana a -9º hemos ido a dar nuestro paseo.
Para mi la cosa esa llamada nieve ha sido un descubrimiento fantástico.
La nieve es blanca. No huele a nada. Está fría. Es bella.
Se come. Está buenísima. Sabe a cielo. Son trozos de cielo que nos caen encima.
A lo mejor es el regalo del Niño Jesús que nos hace en Navidad, que es como si fuera el día de su cumpleaños.
Cuando la he visto por primera vez en mi vida de perra adolescente, me he quedado como embobada mirándola.
Los “trozos de cielo” me parecían como mariposas blancas que volaran llevadas por el viento. Yo las perseguía corriendo de un lado para otro en zig-zag, y si lograba alcanzar alguna, sentía como un instantáneo frío en la boca y luego, nada. La mariposa no me llegaba al estómago. Desaparecía de repente al posarse encima de la lengua.
Se ve que al Niño Jesús que está en mi Belén no le gustaba que me comiera su regalo y lo hacía desaparecer.
Pero otra cosa estupenda de esa preciosidad llamada nieve, es andar por encima de ella. Es como pasear por una alfombra muy mullida y sentir croc-croc bajo las patas. También puedes ir comiéndote trozos de alfombra mientras andas. Hay momentos en que la alfombra blanca se hace tan alta que me llega al cuello y entonces para moverme debo dar saltos como esas gacelas del desierto que mis amos miran en la televisión.
!Up! !Up! !Up! !Cómo me canso! Claro,esas gaceltas son delgadas y patilargas y yo soy rechoncha y paticorta.
Y así saltando,saltando...!Voilá! Una superficie lisa, dura y brillante aparece ante mis ojos que van descubriendo mundo. ¿Qué será ésto?
!Ah,ya lo sé! Es una pista de patinaje. También lo he visto en la tele. Los humanos corren por encima y bailan.
!Yo también lo voy a hacer!
Se oye un grito.
-!!!BIMBA, NOOOOO!!!
Me he quedado parada con un punto interrogativo escrito en las cuatro rayas paralelas que se me forman en la frente y que significan eso, que un perro está preguntándose a sí mismo qué hacer.
En mi caso si aventurarme con el patinaje artístico o hacer caso a mis amos
que me llamaban haciendo aspavientos enfundados en sus chaquetones, bufandas y gorros apropiados a la jornada -9º.
En realidad han llegado los dos corriendo por la nieve y me han cogido al vuelo antes de que yo encontrara respuesta a mi dilema de si hacer patinaje artístico o no.
Hemos llegado a casa sudando-mis amos, porque yo sudo sacando la lengua-y oyendo la consiguiente bronca porque ellos han dicho que si se rompía el hielo, se hubieran tenido que tirar al agua para cogerme que con tan gélida temperatura no era lo ideal,por lo tanto sudaban del susto no por el calor.
Me han contado que Babette, otra perrita téckel que tuvieron hace años, se tiró en diciembre en un canal de Amsterdam, que la picaron todos los patos porque pensaban que quería comerse su comida y que la pudieron sacar mis amos sin tirarse al agua porque el canal no era profundo.
!Digamos que mis amos conocen muy bien las extrñas ideas que atraviesan la cabeza de un téckel.
Bimba que bonito es esto de la nieve.
ResponderEliminarAqui donde vivo, un joven traía un perro todo peludo, y éste al descubrir la nieve, se soltó del chico y empezó a olfatearla, luego caminar con cuidado, y después se acostó patas arriba a revolcarse un buen rato. Luego se volvió a poner en cuatro patas, se sacudió. Y repitió el mismo ritual varias veces, corriendo un poco por acá, otro por allá y revolcandose en la suave nieve.