Queridos amigos, estoy con la depresión, estoy triste, estoy literalmente por los suelos...
Si, me he quedado tan por los suelos que parezco una alfombra, se me ha puesto cara de alfombra y mi ama la Señora de los Girasoles, que no ve bien...!Hasta me ha pisado el rabo confundiéndome con una alfombra!
Y es que ésto de ser perro único de una familia es como ser hijo único, es muy aburrido.
Ahora que se acabó el verano y todos los niños se fueron pues yo me he quedado aburridísimoooooo...
Además si me da el ladrido depresivo en casa se enfadan, si no como porque estoy triste...también se enfadan y dicen que soy un perro caprichoso y anoréxico.
Ahora estoy en Barcelona y debo decir que a mi las ciudades grandes no me gustan, huele a humo de los coches, se oyen continuamente sirenas de ambulancias y coches de la policía, la gente tiene toda prisa.
Mientras que a mi me gusta oír el graznido de las gaviotas, el cuac-cuac-cuac...de los patos e incluso no me importa que las golondrinas se pongan en la barandilla de la terraza.
Tengo ganas de volver a Zizur, pasear por los pinares y encontrarme con mis amigos perros de toda la vida. Además por lo menos sino cuatro al menos podré ver a dos niños.
Algunos dicen que mi problema es que yo no sé que soy un perro y estoy convencido de ser el niño más pequeño de la casa,
!Fijaos que tontería!
Yo soy un niño al que le encanta jugar con perros. ¿Claroooo?
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