-LA DAMA DE LOS GIRASOLES ME APRIETA CONTRA SU CORAZÓN HASTA QUE LOS DOS LATEN JUNTOS.
-EL SEÑOR DE LOS PÁJAROS DICE QUE PARA LOS HUMANOS Y TAMBIÉN PARA LOS PERROS ESO SE LLAMA AMOR.
Bueno,pues yo ya estoy aquí,queridos amigos, querida Bimba, tú que me ves desde ese bonito jardín de Francisco donde estás ahora con Lupo.
Me llamo Pippo Fieramosca di Capua.
Eso en recuerdo de un famoso caballero italiano del S.XV que en vez de P ippo se llamaba Ettore y cuyas gestas otro día os contaré.
Yo pertenezco a la estirpe de Bimba Reina de los Bosques y continuaré su misión de expugnar el castillo de la bruja Archibalda.
Mis dueños son la Dama de los Girasoles y el Señor de los Pájaros.
Vi sus cuatro ojos fijos en mi desde su altura cuando me vinieron a buscar. Me encogí moviendo mi colita tímidamente,que todos dicen que es preciosa igual que mi rubio bigotito de perro-bebé.
-!Pippo, que guapo eres,tienes los mismos ojos que Bimba!
Los dos sonrieron. La dama de los Girasoles me tomó en sus brazos y me apretó contra su corazón. Así estuvimos un rato callados.
A un cierto punto los dos corazones comenzaron a latir a la vez.
También el Señor de los Pájaros repitió la misma operación.
Habíamos subscrito un pacto amos-mascota. Un pacto de mutuo amor por vida.
Ellos me alimentarán, me cuidarán, me sacarán de paseo, me presentarán a sus amigos, me harán socio del Club la Mascota feliz de Zizur...
Yo les regalaré la facultad de sonreír y hasta incluso la de reírse muchísimo, les moveré la cola siempre que lleguen a casa, y si están tristes y lloran, enjuagaré sus lágrimas con mis lametones como es deber de todo buen perro.
De nuestro pacto lo principal es el amor.
Pues bien,mis queridos amigos, ya os iré contando las cosas que me pasan, como son los otros habitantes de la casa y la familia de la que haré parte.
He oído que me deben llevar a un señor que se llama veterinario.
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